Es una cirugía para reemplazar en centro de la parte frontal del ojo (córnea). También se conoce como queratoplastía; queratoplastía penetrante. La mayoría de los trasplantes de córnea se llevan a cabo con anestesia local con sedación.
El tipo más común de trasplante de córnea se denomina queratoplastía penetrante. Durante este procedimiento, el cirujano retira un pequeño pedazo en forma de círculo de la córnea y sutura la córnea donada en la abertura que queda en el ojo. El médico retira la mayoría de los puntos de sutura en las visitas de seguimiento del paciente. El trasplante de córnea se recomienda para personas que tengan: adelgazamiento de la córnea que cause problemas de visión (queratocono), cicatrización de la córnea a partir de infecciones o lesiones graves, opacidad de la córnea que provoque pérdida de la visión (distrofia de Fuchs).
Después del trasplante, el médico le pondrá al paciente un parche ocular para usarlo durante un corto tiempo, el cual protegerá a la nueva córnea de alguna lesión. Se recomienda seguir cuidadosamente las instrucciones del médico con relación al uso de gotas para los ojos después de la cirugía, con lo cual se puede prevenir el rechazo. La recuperación visual total puede tomar de tres meses hasta un año y la mayoría de los pacientes cuyo trasplante es exitoso disfrutan de una visión óptima por muchos años.
La imagen muestra un trasplante de córnea realizado con sutura continua anti torque realizado por el Dr. Juan Carlos Ochoa.